En los breves relatos de Frentes de Paredes Limpias, podemos observar, señales épicas, históricas y hasta románticas, con alguna tonalidad política que buscan reflejar una realidad absolutamente palpable. En un lenguaje sencillo, donde la metáfora ocupa un preponderante sentido de actualidad, encontraremos los lugares más apropiados para pensarnos como actores de escenas singulares en la cotidianeidad que nos permita su lectura. Entre los objetivos más específicos de una lectura coloquial, encontraremos una renovada insistencia en la preservación de lo que el autor denomina actos de memoria, por momentos descriptiva y coloquial como también memoria crítica, donde queda evidenciada la construcción del lenguaje histórico, la emoción colectiva y las incesantes interpelaciones al desorden comunicacional envuelto en actuales realidades abonadas por la mendacidad y la confusión como método para profundizar el deterioro ético y moral de las clases populares y fundamentalmente productivas.